miércoles, 6 de agosto de 2008

Deconstruir

En los pasados años, se ha medido el progreso en número de toneladas de cemento y de créditos hipotecarios. La economía y el consumo crecían a la confortable e incómoda sombra de esa carrera por ocupar y vender territorio.
Hoy disponemos de cientas de miles de viviendas desocupadas y de un territorio de nuevo desequilibrado. Por fortuna, ahora también dispondremos de tiempo para pensar, recuperar y enmendar los desmanes. Quizá también para deconstruir. O mejor digo derribar...