lunes, 15 de diciembre de 2008

Bicicleta y oferta turística



Un sistema de movilidad sostenible y la adecuación urbana y territorial al uso de la bicicleta, se pueden convertir en un reclamo interesante a la hora de competir entre destinos turísticos. Es un complemento de valor añadido y un producto en sí mismo para ciertos turistas con mayor nivel de exigencia, especialmente en los destinos de “sol y playa” como forma de diferenciarse, ya está dirigiendo a los destinos con mayores valores paisajísticos al diseño de rutas ciclables para seducir turistas de intereses especiales.
Ahora bien, el hecho de disponer de una política activa en pro de la bicicleta, no garantiza ni asegura su articulación como “producto turístico”. Para ello es necesario vertebrar los itinerarios y desarrollar un sistema de información y equipamiento.

La construcción de rutas turísticas para bicicleta de largas distancias es ya una realidad consagrada en Europa, y España se sumará a esta fórmula tal como lo está haciendo con las rutas senderistas o GRs, con diversos proyectos para conectar las redes turísticas e itinerarios ciclistas nacionales. Otros países como Alemania en la Ribera del Danubio y Francia o Checoslovaquia ofrecen muchas oportunidades de realizar rutas en bicicleta. Aquellos que prefieren usar su propia fuerza física para desplazarse, disfrutar del medioambiente y adoptar un estilo de vida saludable pueden encontrar así lugar ideal que responde a su filosofía sobre dos ruedas.

Esta dinámica de rutas ciclables paneuropeas conjugadas y articuladas con un buen sistema urbano y territorial pueden permitir desde hoy mismo ofrecer la oferta e integrarse en un futuro cercano en una red europea para mejorar la oferta de destino.

1 comentario:

Mario Sánchez dijo...

Efectivamente maestro. La Bicicleta me hace caminante porque yo hago el camino. La bicicleta no es un medio de transporte, sino una forma de desplazamiento. La diferencia puede parecer sutil pero es profunda. El transporte tiene que ver con salida y destino, la bicicleta tiene que ver con el camino, el destino, a menudo, se atisba o se conoce, pero no se alcanza, más que en la última etapa.
Cuando nos transportamos en avión, la historia comienza en el destino. Cuando viajamos en bici, la historia tiene que ver con el itinerario.
España, especialmente, es un enclave único. Somos el Sur, somos un extremo, somos destino y salida para tantas y tantas rutas transcontinentales posibles.
En cuanto a la bicicleta y las plataformas que la posibilitan, afortunadamente, la costumbre está siendo antes que la reacción. Sin embargo, ciertos afanes reguladores están minando las virtudes de un medio que burla barreras. Crear carriles bici es estupendo, pero encarrilar bicicletas es antinatura.
Yo he ido en bicicleta por Amsterdam y Estrasburgo los coches paran sumisos ante los ciclistas. No es necesario tocar el freno, nadie corre, independientemente del número de ruedas. Quizá tenga que ver con que no existen ciclistas y automobilistas sinó momentos para cada cosa.