Cada una de ellas representa o bien un concepto o bien una especialización o segmentación diferenciadoras. Pese a ello, nada nos impide que el turismo rural pueda ser también activo y sostenible e incluso ético o de negocios. Al contrario, nuestra experiencia turística y viajera individual se rebela contra esta simplificación.
En realidad, creo que el reto futuro de la industria turística es la de rediseñarse en torno de la sostenibilidad en el destino, en el origen y en el trayecto y que la actividad deje más en el territorio de lo que se llevan los visitantes. Me gusta llamarlo 'ecoturismo' englobando todo el turismo que se realiza con esa conciencia. En este sentido, la propuesta de Michael Braungart y William McDonough en su libro 'Cradle to Cradle' para 'rediseñar la forma en que hacemos las cosas' me parece interesante y rigurosa
El diseño 'Cradle to Cradle' quiere asegurar que toda la materia se mantiene tanto en el metabolismo "biológico" como el "técnico" del planeta, todo está diseñado para ser reciclado. Será cuestión de añadir una nueva categoría turistmológica: el Turismo C2C
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