
Me encanta constatar la fascinación humana cuando se mezclan los elementos clave para configurar un paisaje: un escenario natural, una imagen potente y una o muchas historias subyacentes, elementos que conforman un paisaje y lo incluyen en nuestro imaginario personal. El paisaje del piano en el islote lo conforman tanto los elementos físicos (el piano quemado, la arena, el mar, el frente marítimo de Miami…) como los segundos de estupefacción, de ensoñación, de imaginación que evoca en cada uno de nosotros el viejo piano abandonado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario